“Juramento de un médico”
La ética y valores de un medico
Gracias a la ética a solucionar conflictos y tomar la mejor decisión para salvar la vida de los pacientes, recordando en todo momento los deberes y obligaciones que trae consigo esta profesión. No se puede decidir qué vidas salvar y cuáles no, de igual forma, no podemos poner la vida de un paciente sobre otra, ambas tienen el mismo derecho de ser salvadas. Retomando la ética, para tomar una decisión siempre se debe tener como base el respeto y la equidad, además de tener virtudes como la compasión, el valor y la paciencia. Para llegar a una decisión se debe procurar salvar el mayor número de vidas posibles sin repercutir en terceros, tampoco se debe discriminar a ningún paciente ni por sus orígenes, color de piel o creencias, además de que su privacidad debe ser respetada en todo momento.
Juramento hipocrático moderno
En la Segunda Asamblea General de la Asociación Médica Mundial, llevada a cabo en la ciudad de Ginebra del 8 al 11 de septiembre del año 1948, se aconsejó que el médico preste, al recibir su diploma, un juramento hipocrático modernizado, el cual dice:
"En el momento de ser admitido entre los miembros de la profesión médica, me comprometo solemnemente a consagrar mi vida al servicio de la humanidad. Conservaré a mis maestros el respeto y el reconocimiento a que son acreedores. Desempeñaré mi arte con conciencia y dignidad. La salud y la vida de mi enfermo será la primera de mis preocupaciones. Respetaré el secreto de quien haya confiado en mí. Mantendré en toda la medida de mis medios, el honor y las nobles tradiciones de la profesión médica. Mis colegas serán mis hermanos. No permitiré que entre mi deber y mi enfermo vengan a interponerse consideraciones de religión, de nacionalidad, de raza, de partido o de clase. Tendré absoluto respeto por la vida humana, desde su concepción. Aún bajo amenazas no admitiré utilizar mis conocimientos médicos contra las leyes de la humanidad. Hago estas promesas solemnemente, libremente, por mi honor".
- Fernando Castañeda.
Comentarios
Publicar un comentario